Buenos Aires Resiliente. Por Eduardo Macchiavelli
Las estrategias de resiliencia sobre las que la Ciudad va a centrarse en los próximos años.
Yo voy a comentarles brevemente 3. 3 acciones de gestión que ya venimos llevando a cabo con éxito en la Ciudad. Buenos Aires es una ciudad enorme y la mitad de ella es espacio público. Como ideas madres: tenemos que ser los transformadores del espacio público y la resiliencia se construye. Ser resiliente como funcionario, es repensar la Ciudad y su diseño con el objetivo de generar situaciones de mejora, tanto en el ambiente urbano como en infraestructura. Para ser resiliente hay que ser ingenioso.
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Por lo que desde el rol que hoy ocupo y junto al equipo que trabaja en el Ministerio, todos los días tenemos una gran misión: Queremos ser una ciudad que anticipa riesgos y se prepara para ellos, al mismo tiempo que integra sus barrios y potencia sus espacios de disfrute. Esto es resiliencia. Queremos que millones de personas que visitan, trabajan y andan por la Ciudad sientan que no hay obstáculos y que todo les resulta cada vez más fácil hacer. En nuestro trabajo diario hacemos trabajos de transformación y mantenimiento y promovemos el disfrute. Pero además de hacer, también nos anticipamos a los riesgos y nos preparamos para enfrentarlos. Y esto es hacer que una ciudad sea resiliente. ¿Cómo?
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Con Áreas peatonales: Quizás ustedes recuerden cómo era andar por la zona de Microcentro. Caminar era ir superando una sucesión de obstáculos, y mirar al cielo era casi imposible con tantos cables de por medio. Para lo que transformamos zonas saturadas de cemento, históricamente hostiles para el peatón. Soterramos cables y recuperamos un horizonte de visión más abierto y limpio; restringimos el acceso de los autos particulares, y ampliamos las veredas; mejoramos la iluminación y ahora caminar de noche por cualquier calle del Microcentro se volvió más seguro; implementamos un nuevo sistema de contenedores soterrados con mayor volumen de recepción de basura que además evita los malos olores y la contaminación visual. Esa zona, así como el área de Tribunales y Retiro mejoran muchísimo sus registros de contaminación sonora. Se respira otro aire, se escuchan los pájaros. Esto también es resiliencia.
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Con Corredores del Metrobus y bicisendas: ¿Recuerden cómo se quejaban los vecinos con las obras del Metrobus? Algo parecido pasó con las bicicletas. Las bicicletas no tenían por donde circular en la ciudad. Era riesgoso pretender moverse en bicicleta por alguna calle del Microcentro. Con las bicisendas, los carriles del Metrobus y la extensión de la traza de los subtes fomentamos que cada vez se use menos el auto. Esto nos mejoró la calidad de vida a todos, empezando por el 1.400.000 de usuarios que a diario usa el Metrobus, y que ahorra un promedio de 40% de tiempo de viaje. Hoy la Ciudad de Buenos Aires ofrece múltiples opciones de movilidad Y esto es un ejemplo de resiliencia.
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Con la Economía circular: Hace años toda la basura, fuera del tipo que fuese, se llevaba a entierro. Hoy esto sería una acción totalmente irresponsable. La basura es un recurso. Y cuando empezamos a verla de esa forma, dimos el mejor paso que un Estado puede dar, porque nos comprometimos con el futuro y el ambiente. La ciudad hoy tiene una política de reciclado que nos permite devolver al circuito toneladas diarias de residuos de poda, plásticos, papeles y cartones, orgánicos, aparatos electrónicos en desuso o aceite vegetal usado. Hasta reciclamos el pavimento asfáltico desechado. Este año en una de nuestras plantas empezamos a fabricar baldosas de calle recicladas a partir de botellas de vidrio descartadas.
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Estos son sólo 3 ejemplos de resiliencia que me parecía importante destacar, pero hay mucho más. Porque el compromiso con el Ambiente debe ir más allá de las agendas de gobierno. Cada vecino es un agente de cambio. Y gracias a su colaboración identificamos los problemas y las carencias y generamos acciones como éstas. Por lo que para ser resiliente hay que ser flexible e inclusivo. Y hay que estar abiertos a las ideas que nos aportan la sociedad civil y los privados.
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Les aseguro que las mejores soluciones las encontramos cuando escuchamos y trabajamos mano a mano con los vecinos. A partir de propuestas como el BA Elige, que tiene una gran convocatoria, nos damos cuenta que a los vecinos les gusta participar. Les gusta proponerse para las campañas de plantación de árboles. Se anotan para los talleres de reciclado y huerta urbana. Y vemos en ellos un altísimo interés por el ambiente. Porque la resiliencia no es un fin que perseguimos, sino una hoja de ruta sobre la que avanzamos todos. Es adaptarse y aceptar que todo cambio también puede ser una gran oportunidad.
Eduardo Macchiavelli Ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires
