El Club de las Reparadoras. Por Eduardo Macchiavelli

Otra vez las mujeres arreglando las cosas para no desechar.

Eduardo Macchiavelli
5 min readJun 4, 2018
María Pla

Cuantas veces nos preguntamos: ¿Qué hacer? Entre desechar y recuperar los residuos. Y la respuesta contundente fue reciclar. El “Club de las Reparadoras” le da una vuelta más a todo esto e interviene en una instancia previa a la dicotomía reciclar o tirar. “Si se puede arreglar no es basura”, dicen. “Empezamos a trabajar con reciclaje y fuimos yendo cada vez más atrás para llegar a prevenir los residuos. La reparación es una R anterior a reciclar, reducir y reutilizar”. Acá te las presento. A quiénes lo hacen, y a quiénes luego de recibir los cursos, ahora lo van a continuar. La mayoría mujeres. Otra vez las mujeres arreglando las cosas para no desechar.

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“Mi nombre es Marina y junto con Meli soy una de las fundadoras del Club de los Reparadores. Es como un encuentro donde convocamos gente que sabe cómo arreglar objetos y gente que tiene objetos para reparar. Y lo que hacemos nosotras es generar un encuentro en donde unimos saberes, herramientas y objetos, con el objetivo de alargar la vida útil de los objetos y evitar que caigan en desuso y se conviertan en residuos”. Para lo que se realizaron varias experiencias en la ciudad.

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Leisy Carreño no imaginó que un curso en el que se anotó por error iba a permitir que su esperanza de mudarse de barrio fuera una realidad. Hace tiempo buscaba independizarse económicamente pero no lo conseguía. Casi por casualidad, se enteró que se iban a hacer unas capacitaciones para arreglar computadoras. Gracias a una iniciativa público-privada de la mano de la Fundación Equidad, el Club de los Reparadores, la Agencia de Protección Ambiental y Samsung llegó al Barrio 31 de Retiro para capacitar a los vecinos que quisieran acercarse a aprender a reparar celulares.

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El curso, que duró cuatro meses, capacitó a 25 jóvenes que hoy trabajan en el Barrio 31 y en otros barrios porteños. Aquella fue una iniciativa de la movida itinerante conocida como el “Club de los Reparadores” que busca promover el consumo responsable para arreglar lo que se pueda antes de salir a comprar, al mismo tiempo que da una herramienta laboral para cientos de personas. “El Club tuvo muy buena recepción en el Barrio 31. El contratiempo del corte de luz no detuvo el espíritu reparador, se hicieron reparaciones manuales y mecánicas y también arreglos de costura a mano”, explicó María Pla, que junto con Melina Scioli creó la movida. “Sin luz no podíamos usar la máquina de coser. Un hombre trajo un ambo para hacer los ruedos, y nos dividimos para coserlo a mano. Él se copó y se puso a coser con nosotras y la rompió con la prolijidad. El muñeco que se transformó en héroe ruso y el libro de oraciones que reparó Niní son los hitos en los objetos”, cuenta Agustina Cebey, costurera en esta oportunidad.

Melisa Scioli

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Marina Janet Mendieta fue por más. Oriunda de Salta terminó el curso para reparar teléfonos móviles. “Me compré una máquina que por ahora tengo en mi casa, con la que puedo cambiar las pantallas. Y la verdad es que me deja un resto. Tenía una oferta laboral en Once pero no tenía con quien dejar a sus tres hijos, y esto me dio la posibilidad de trabajar en casa. En el Barrio 31 funciona el Centro de Desarrollo Laboral y Emprendedor (CeDEL) y es donde se dictan los cursos de formación laboral. Pero la demanda crece. De hecho, en el taller de reparación de celulares hubo gente del Barrio 20, que se llegó hasta Retiro. Por lo que las clases se siguieron dando en Lugano y en la 1–11–14 para que la gente no se tenga que trasladar.

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El Club de Reparadores o de Reparadoras, como yo les digo, porque fue creado por mujeres y la mayoría son mujeres las que quieren participar comparte los objetivos y lineamientos de otros espacios en el mundo. Los Repair Cafés son espacios de reparación colectiva y el primero abrió en Amsterdam en 2009; hoy ya hay casi 1.000 en todo el mundo. Las Restart Parties se enfocan en productos electrónicos. Una comunidad digital muy activa comparte casi 19.000 tutoriales abiertos en la wiki del sitio IFixit (yo lo arreglo en español). Los aparatos electrónicos son de los elementos que más se descartan; la basura electrónica es un problema difícil de resolver sin la colaboración de los ciudadanos, para lo que hacemos campañas permanentes para que los vecinos los quieran reciclar. En la Argentina sólo se recicla el 15% de los residuos eléctricos y electrónicos que se generan. Por lo que su reparación es más eficiente aún que reciclar. Los cálculos dan cuenta de que cada argentino genera alrededor de tres kilogramos de basura electrónica por año, lo que representa 120.000 toneladas de basura electrónica anuales. Entre los aparatos electrónicos que más se usan, los celulares y las computadoras son los que poseen la tasa más alta de reciclado. Más del 90% de sus partes pueden ser recicladas, ya que son fáciles de desensamblar y reutilizar. Y como en El “Club de las Reparadoras”, mientras generan trabajo, se pueden arreglar.

Eduardo Macchiavelli Ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires

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Eduardo Macchiavelli
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Written by Eduardo Macchiavelli

Secretario de Asuntos Estratégicos de la Ciudad de Buenos Aires y Secretario General de PRO Nacional.

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