Las ciudades están vivas. Por Eduardo Macchiavelli
Cuando el ambiente y la educación se suman. Cuando las mueve un motor verde que arranca en las escuelas y continúa en las familias.
Hace tiempo que lo cuentan en sus casas. Los chicos de las escuelas 3 y 19, más que yo. Casi 500 alumnos de dichos establecimientos públicos de La Boca y Lugano participan de iniciativas que promueven actitudes ambientales responsables. Yo simplemente tomé lo que decían, como un mensaje de acción a las generaciones futuras.
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“El mundo cuenta cada vez con menos recursos, pero siempre vamos a tener el sol. Los paneles solares son una posible solución para la crisis de energía”, arriesga un alumno de 4to año de la Escuela Media N°3, de La Boca. El primero de todos que se animó a hablar. El laboratorio está instalado desde el 2014, por un convenio entre Buenos Aires y Berlín, y a los chicos los cautiva tener acceso a la tecnología. También poseen una huerta tradicional y hasta van a contra turno para hacerlo. Se refleja en sus caras que cuando algo lo hacen con ganas responden mucho más. La iniciativa es parte del Programa Escuelas Verdes del Ministerio de Educación e Innovación que impulsamos desde el 2010 en la Ciudad. La escuela cuenta además con instalaciones fotovoltaicas, hornos de energía solar y un molino eólico que le aporta electricidad al laboratorio. Todas las tecnologías de la escuela están conectadas a baterías y a una computadora que exhibe en tiempo real la energía que se genera. “Armamos competencias en bicicleta y los chicos además de pasarla bien, aprenden”, agrega una de las profesoras de ciencias.
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Algo parecido pasa con las huertas hidropónicas en la Escuela N°30 “Granaderos de San Martín”, en Palermo; y en la Escuela N°19 “Hermanos Latinoamericanos”, frente a la villa 20, en Villa Lugano. Es la segunda que se instaló en la ciudad después de la prueba exitosa que se hizo en la escuela “Granaderos”, en Av. Del Libertador y Olleros. Se trata de una hidroponía mixta; tiene lana de roca y turba, a la que se le suma el agua con nutrientes. Lechugas, berenjenas, ciboulette y frutillas se siembran, cultivan y cosechan en esta huerta equipada con invernadero. “La hidroponía surge como una solución cuando las zonas agrícolas ya no son tan productivas”, nos explica una alumna de 7° grado, mientras cosecha con sus manos la lechuga que después, al igual que el resto de los productos, los alumnos llevan a sus casas. “Los chicos acá aprenden y conocen todas las etapas de la huerta. Protagonizan desde la siembra de la semilla hasta el cultivo de la fruta o la verdura. Todos los días, algunos alumnos de todos los grados tienen que controlar las canillas y los nutrientes para mantener la huerta”, indica la directora de la escuela.
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Suena convincente en sus voces lo que dicen, porque lo dicen mientras lo vienen haciendo. Hemos avanzando muchísimo en materia de educación ambiental, o educación para la sustentabilidad, como se dice. Otros ejemplos son: la Escuela N°9 de San Nicolás, que llevan adelante un taller de reutilización de cds, donde los alumnos de 5to grado realizaron falsos vitreux sobre discos compactos, tal cual lo cuentan los alumnos de la escuela. Y todas las escuelas que ya separan los residuos en origen en la Ciudad.
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El Programa Escuelas Verdes está formado por tres áreas, Consumo Responsable y Residuos, Comunidades Sustentables y Acción por el Clima; asimismo hay dos áreas transversales, Reconocimiento Escuelas Verdes y Alumnos en Eco. Hoy en día, la ciudad cuenta con 200 escuelas verdes reconocidas. La ley 1687 del 2005 estableció la incorporación de la educación ambiental en todas las modalidades y niveles del sistema educativo de la Ciudad. Por lo que es fundamental que el programa siga creciendo. Pero nos debemos un debate acerca del cuidado del ambiente como sociedad. Desde la Ciudad de Buenos Aires estamos preparados hacerlo. Como un organismo verde, las ciudades están vivas. Cuando el ambiente y la educación se suman. Cuando las mueve un motor verde que arranca en las escuelas y continúa en las familias. Si no miren a estas chicas de la foto trabajando en la huerta.
Eduardo Macchiavelli Ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires.