Parques. Por Eduardo Macchiavelli
Historias y curiosidades de los parques de la Ciudad.
¿Sabías que el Parque Las Heras es uno de los más visitados de Buenos Aires y que lo acabamos de renovar? Que hasta la década del ´60 funcionó ahí la Penitenciaría Nacional. O que la biodiversidad de la Reserva Ecológica fue, en su origen, una cuestión de azar.
Que donde hoy está el Parque 3 de febrero fue alguna vez el caserón de Rosas, y que estuvo allí la Escuela Naval. Los parques están llenos de curiosidades e historias. Acá van algunas cortas, pero hay más.
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Parque Las Heras: es un parque relativamente nuevo, con un área de casi 12 ha, delimitado por las avenidas Las Heras y Coronel Díaz y las calles Salguero y Juncal. En el terreno donde se ubica, funcionó hasta 1962 la Penitenciaría Nacional. Tal terreno es una suave barranca (pasando la Av. Las Heras que dio el nombre al parque, por Juan Gualberto Gregorio de Las Heras, participe de las Guerras de Independencia) antes de ser urbanizada la zona, se explayaba en un bajo hasta el Río de la Plata, teniendo en su costado sur (cerca de Coronel Díaz) uno de los pequeños ramales del “delta” que formaba el -entubado desde 1900- Arroyo Manso. Por ser asiento de la Penitenciaría Nacional desde fines del siglo XIX, y hasta inicios de 1960, la zona fue llamada “La Tierra del Fuego” (una barriada donde residía una población de “avería”: ex convictos y marginales). Al oeste: la Cervecería Palermo, que fue demolida y en el lugar, hoy está, el shopping “Alto Palermo”. Al norte: la Escuela Lenguas Vivas. Al sur: un improvisado parque de diversiones con calesitas y pista de karting. En 1972 se concursó allí un Auditorio que nunca se concretó. En 1983 fue declarado parque, que actualmente estuvimos remodelando: generando 4.000 metros adicionales, que antes eran asfalto, piedra o cemento y hoy son verdes, con aumento de la superficie absorbente, un nuevo sistema de canalización de lluvia, un canil, un circuito aeróbico y de postas aeróbicas y otro de bicisendas.
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El centro de la antigua penitenciaría fue ocupado por la Escuela de fútbol, Claudio Marangoni. Como curiosidad: se considera que las altas y añejas palmeras existentes eras las que había dentro de la penitenciaría. En el 2007 fue declarado sitio histórico.
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Reserva Ecológica Costanera Sur: con una superficie de 350 hectáreas, la Reserva Ecológica es el espacio verde más grande la ciudad y un lugar ideal para desconectarse del bullicio urbano. Está ubicado entre Puerto Madero y el Río de la Plata. Se trata de terrenos ganados al río y es un enorme humedal. Entre sus senderos, habitan el copio, el lagarto y la zarigüeya, animales huidizos que encontraron su hogar cerca del nuestro. Su presencia es una invitación a imaginar estas tierras antes de la modernidad. Pero la realidad es que este parque fue, en su origen, una cuestión de azar.
Hoy en día, sus senderos esconden unas 300 especies de aves, entre las que se cuentan el benteveo, el chingolo, el carpintero y el cisne; los sauces criollos y los alisos conforman sistemas de bosques, y conviven con otras 575 especies de plantas y unos 42 hongos. Además, se puede visitar el renovado Paseo de la Rambla y la nueva Playa de la Reserva, que recuerdan a su origen y se disfrutan ahora, cualquier día del año.
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Parque 3 de Febrero: conocido popularmente como Bosques de Palermo, es un conjunto de parques que se destacan por sus arboledas, lagos y rosedal, de una extensión de 370 ha, es el parque más grande de la ciudad, ubicado en el barrio de Palermo, conforma la zona verde más popular de la ciudad y en cuyo diseño sobresalió el paisajista Carlos Thays.
La historia de los extensos terrenos del parque se remonta a la fundación de Buenos Aires en 1580, cuando Juan de Garay, repartió las tierras en las afueras del pueblo original para instalar chacras. Su primer poblador fue el capitán Doménico, que castellanizó su nombre italiano como Domingo y luego como Domínguez, agregándole el gentilicio de su ciudad de origen, Palermo, con lo cual pasó a llamarse Juan Domínguez Palermo, y de allí el nombre de Palermo a la zona.
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Cuando Juan Manuel de Rosas fue nombrado Gobernador de Buenos Aires (1829–1932, 1935–1852), compró numerosos terrenos en la zona, hasta tal punto que fue la mayor concentración de propiedades que hasta ese momento tenía la ciudad, de aproximadamente 540 ha. Decidió entonces construir allí una villa rodeada de terrenos, mezcla de naturaleza del lugar y europea. Mantuvo el trazado reticular y la arquitectura de tradición hispana, pero a su vez buscó darle visibilidad y transparencia a sus actos en jardines de libre acceso. La tierra cerca de la costa no era buena, el terreno era llano pero con depresiones, las que aprovechó Rosas para realizar un estanque navegable frente a su residencia o “caserón”, la construcción de un canal artificial para pasear en bote y un jardín zoológico con animales autóctonos de la región, para disfrute personal. Dicho caserón se situaba en la esquina este del actual cruce de las Avenidas Sarmiento y del Libertador.
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Con la caída de Rosas, sus propiedades fueron expropiadas. En 1864 se instaló en el solar que actualmente ocupa el Planetario Galileo Galieli el Buenos Aires Cricket Club, donde en 1867 se jugó el primer partido de fútbol con equipos preseleccionados. En 1950 el club se trasladó a Don Torcuato. Entre 1865 y mayo de 1868 el conjunto principal del edificio que había sido hecho construir por Rosas fue utilizado para la formación de oficiales del ejército. En 1870, se designó el lugar como cuartel del Colegio Militar de la Nación, y en 1893 el sitio fue ocupado por la Escuela Naval, que estuvo allí seis años. Se bajaron varios proyectos durante los siguientes veinte años, mientras se consolidaba el Estado Nacional, y el Poder Ejecutivo recién pudo disponer de los terrenos de Palermo en 1872.
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Cuando en 1874 Nicolás Avellaneda sucedió en la presidencia a Sarmiento nombró a éste presidente de la comisión que tenía a su cargo las obras del parque: la parquización, el trazado de las calles, la formación de los lagos y la creación de un jardín zoológico y de un jardín botánico. El primer sector del parque (delimitado por las avenidas Libertador, Sarmiento, Casares y llegando hasta la costa del Río de la Plata, fue inaugurado el 11 de noviembre de 1875 con la participación de los festejos de 35.000 personas y 1500 carruajes. Avellaneda plantó simbólicamente una magnolia grandiflora que aún subsiste en la esquina de la avenida Berro y Casares. “El viejo y rústico Palermo es, desde hoy el Parque 3 de febrero” Fue Vicente Fidel López el que propuso el nombre en conmemoración de la Batalla de Caseros, que hoy cuenta con el parque: donde la mayor porción como las plazas, los paseos y el Rosedal son de acceso público, mientras que otras son de uso restringido, como el campo de golf, el Jardín Japonés, el Museo de Artes Plásticas “Eduardo Sívori” o el Planetario “Galileo Galilei”.
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A 139 años de su fundación, el Parque 3 de febrero mantiene la popularidad que supo construir a lo largo de su historia. Día tras día, los visitantes encuentran una nueva forma de apropiarse de lo público y disfrutar al máximo de la Ciudad en un espacio que constituye un oasis dentro del paisaje urbano. Continuará…
Eduardo Macchiavelli Ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires