Terremotos y huracanes. Por Eduardo Macchiavelli
Cómo incide el calentamiento global.
Cuando creíamos que un terremoto en México había finalizado, vino otro. Cuando los huracanes que azotaron parte de los Estados Unidos y Centroamérica, Harvey e Irma se retiraban, apareció María, con vientos sostenidos de hasta 185 kilómetros por hora, y después vino José. Y ahora, aunque con menos fuerza, tenemos que estar hablando de Nate.
Algo que no hubiéramos querido.
Más sobre Eduardo Macchiavelli en: Caminito cambia
Al menos 307 personas murieron en los Estados de Morelos, Puebla, México, Ciudad de México, Guerrero y Oaxaca por un terremoto de magnitud 7,1, en la escala de Richter que sacudió al centro del país. Fue la información confirmada en ese momento. 7,1 repito la cifra, que sacudió a las 13.14 el centro del país. Las autoridades cifraron el número de víctimas. Entre los muertos hay 19 niños y cinco adultos en una escuela de Ciudad de México. El epicentro se ha localizado a 12 kilómetros al sudeste de Axochiapan. Al menos 44 edificios se han derrumbado. Los equipos de rescate y los vecinos trabajan para rescatar a las personas que se encuentran bajo los escombros. Al menor ruido que supone un indicio de vida humana, los demás hacen silencio.
Silencio.
Más sobre Eduardo Macchiavelli en: Analía Guardiana
Que coincidió con el 32 aniversario del devastador terremoto de 1985, también en México, el temblor causó pánico entre los 20 millones de habitantes de la capital mexicana. El sismo ocurrió a menos de una semana de que el suroeste de México se viera sacudido por otro terremoto de magnitud 8,2 que dejó al menos 100 muertos. 8,2.
Y otra vez la cifra y el silencio.
Más sobre Eduardo Macchiavelli en: Los parques de Thays
Cuando con el huracán María suman ya tres los fenómenos naturales de este tipo que alcanzaron la máxima categoría (5 en la escala de Saffir-Simpson), arrasando la zona en lo que va del año. Los otros son Harvey (con más de 60 muertos en Estados Unidos y más de 30.000 personas evacuando sus hogares) e Irma (con 60 muertos y un saldo devastador. La cifra de víctimas ascendió a 20 en el estado de Florida. El huracán, cuyos vientos alcanzaron los 297 kilómetros por hora, azotó Puerto Rico, Estados Unidos, la isla de Antigua y Barbuda, San Bartolomé, San Martín, las islas Vírgenes Británicas, República Dominicana, Haití, Bahamas y Cuba). Asimismo José, amenazando la costa este de los Estados Unidos. Todavía activo al momento de esta crónica. Y ahora Nate, que produce inundaciones y cortes de luz en los Estados Unidos.
Crónica.
Más sobre Eduardo Macchiavelli en: 117 Puntos Verdes reciben reciclables
Qué publiqué después para no herir el momento. En que se produjeron las catástrofes naturales. Porque según los especialistas el calentamiento global tiene que ver. “Los huracanes con proporciones devastadoras, como éstos, fueron alimentados por un mar cada vez más caliente, con mayor volumen de agua” (Konstantinidis, director de Cambio Climático en la FARN). “Los huracanes absorben energía y se mantienen vivos gracias a la temperatura superficial del mar, que debe estar entre los 26°C y 27°C. Si el océano está caliente, motoriza el huracán, y esa es una de las razones por la que no ocurren en los mares argentinos” (Saldivar, meteorólogo). Y sigue, “el calor excedente del efecto invernadero, sólo el 7% se evidencia en la temperatura de la superficie y el 97% restante es absorbido por el mar. Si la superficie del mar es más cálida, hay mayor calor para que se generen este tipo de eventos. No se genera mayor cantidad de huracanes ni son más frecuentes, sino que todo estos fenómenos asociados son más dañinos”. Lo mismo pasa con los terremotos, “que aunque se pueden prever, se hace con un rango de tiempo muy amplio, y cuando suceden en zonas muy pobladas, el impacto es enorme” (Bar, periodista).
Como sucedió.
Más sobre Eduardo Macchiavelli en: El tango es volver
Por eso son tan importantes las acciones contra el cambio climático, especialmente las que puedan prevenir el calentamiento global, ocasionado por las actividades humanas que emiten dióxido de carbono, un gas que atrapa el calor, y eso si lo podemos evitar y bajar las cifras.
Eduardo Macchiavelli Ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires